MISS MARY’S HATS / LOS SOMBREROS DE LA SEÑORITA MARY

One Monday, like every Monday, Miss Mary left her house wearing her well-fitting black hat.

Un lunes, como todos los lunes, la señorita Mary salió a la calle, con su sombrero negro bien ajustado.

 

Because when Miss Mary went out, she always, always, always wore a hat.

Porque la señorita Mary, cuando salía a la calle, siempre, siempre, siempre, usaba sombrero.

 

She was a woman of habit, and she had seven hats, one for each day of the week.

Era una mujer de costumbres y tenía siete sombreros; uno para cada día de la semana.

 

It was threatening to rain, which is why Mary had also taken an umbrella so she wouldn’t get wet.

Amenazaba lluvia, y por eso Mary había cogido también un paraguas. Así no se mojaría.

 

Mary was walking and singing while wearing her hat and carrying her umbrella when, suddenly, a strong wind came up.

Marchaba Mary caminando y cantando con su sombrero y su paraguas cuando, de pronto, se levantó un fuerte viento.

 

Quite a whirlwind, one would say. WHOOOOOOSH!!

Todo un torbellino, se diría. ¡¡Fffffffhhhhhh!!

 

 “Oh, my! I’m being blown away!”

-¡Ay, madre! ¡A que salgo volando!

 

But no, the wind didn’t blow Mary away… it blew her hat away!

Pero no, el viento no se llevó volando a Mary… ¡se llevó su sombrero!

 

 “Come baaaack!” exclaimed Mary, helplessly, watching her pretty black hat go up and up until it was out of sight.

-¡Vuelveeee! -Exclamó Mary, impotente, viendo cómo su bonito sombrero negro subía y subía hasta perderlo de vista.

 

“It’s not coming back. Goodbye to my Monday hat,”she grumbled.

No volverá. Adiós a mi sombrero de los lunes -refunfuñó.

 

The following day, Tuesday, Mary went outside elegantly dressed in her white hat.

Al día siguiente, martes, Mary salió a la calle elegantemente ataviada con su sombrero blanco.

 

She had to go downtown by taking bus 64.

Tenía que ir al centro, cogiendo el autobús de la línea 64.

 

When the bus arrived at the bus stop, Mary was still a few meters away.

Cuando el autobús llegó a la parada, Mary estaba a solo unos metros.

 

“Hey! Wait!” cried Mary as she ran toward the bus.

 -¡Ey! ¡Espere! -gritó Mary mientras echaba a correr hacia el autobús.

 

She caught up to it and was able to climb on just in the nick of time.

Lo alcanzó y pudo subir por los pelos.

 

Mary was relieved.

Mary se sintió aliviada.

 

Then she noticed that she had dropped her precious white hat while running to catch the bus.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que, al correr, se la había caído su precioso sombrero blanco.

 

Mary looked through the bus window and saw a stray dog take her hat and walk away with it in its mouth, shaking it back and forth and filling it with slobber.

Mary, a través del cristal, vio cómo un perro callejero cogía el sombrero y se alejaba con él en su boca, moviéndolo de un lado a otro y llenándolo de babas.

 

That’s how, on Monday, Mary lost her black hat, which blew off.

Así fue como, el lunes, Mary perdió su sombrero negro, que salió volando.

 

On Tuesday, she lost her white hat, which the dog took.

El martes perdió el blanco, que se llevó el perro.

 

On Wednesday, she forgot her blue hat on the metro.

El miércoles, su sombrero azul, que olvidó en el metro.

 

On Thursday, she ruined her green hat, which she stained with bleach.

El jueves desgració el verde, que manchó de lejía.

 

On Friday she lent her pink hat to her friend Lucia, who never ever returned anything.

El viernes prestó el rosa a Lucía, su amiga que nada devolvía.

 

On Saturday, a street thief stole her lilac hat.

El sábado, un ladronzuelo le birló el lila.

 

And on Sunday, when she got home, her gray hat wasn’t on her head anymore, and she didn’t even know how she had lost it!

Y el domingo, al llegar a casa, en su cabeza ya no estaba el gris ¡y ni siquiera sabía cómo lo había perdido!

 

“I am out of hats,” Mary told herself.

-Me quedé sin sombreros -se dijo Mary -. Pero no me importa.

 

“But I don’t care. Actually, I never liked them too much anyway.”

En realidad, no me gustaban demasiado.

 

The next day Mary went to the optician and, with a smile, said, “Seven sunglasses, please.”

Al día siguiente, Mary fue a la óptica y, sonriente, dijo:

-Siete gafas de sol, por favor.

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